A Cecilia y José Moreno de Alba
Oigo un tic-tac de pasos
caminar por mi almohada
como insomnio.
Me cierro los oídos,
dentro oigo arrastrarse el tic-tac
con los pies rotos.
He cerrado los ojos
y los abro
soñando un niño atado
al árbol de lo lento.
Con los ojos abiertos
oigo el tic-tac
quebrarme el pecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario