A la memoria de Efraín Huerta
Vivir siempre encendido,
vigilante,
instigador de días terrenales,
deja una luz de tu certeza
poderoso designio de la lumbre.
Asustados te vemos todavía
encabezar la multitud de la mañana.
Andando bajo el sol
enciendes la frente de los hombres
y ves a nuestras hijas
mujeres sin reposo
llamaradas tendidas bajo el viento.
De un solo abrazo ciñes la cadera del mundo.
Saliste a dividir la sombra en muslos suaves de la noche.
En niñas fulgores amaneces
te levantas en niños horizontes, hermano de la tierra
de la ilícita especie de los hombres del alba,
hombre de mar,
en el sentido abismo del océano silencio de tus pasos
subvertirás cantiles y murallas.
Contra las inclemencias del tiempo y del olvido,
corazón maderable de los bosques,
las gentes construirán su nave duradera
con las balsas tajadas de tu tronco.
Perpetuar tu memoria es lo demás perpetuar tu memoria
naciendo luces ebrias, pesadumbres,
lástimas, disturbios, infortunios,
odios, barbaries, declaraciones.
Intemperie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario