“Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar.”
“Lo que el salvaje que con torpe mano
hace de un tronco a su capricho un dios,
y luego ante su obra se arrodilla,
eso hicimos Tú y yo”
Gustavo Adolfo Bécquer
A Malva y a Roberto
Tengo miedo a los ojos de la loba.
Del aire que ha pasado por sus lomos
y regresa
con fuegos enjaulados.
Loba suelta navega como el rayo
sus luces erizadas en vertientes.
Se mueve igual que el agua,
soporte de los cielos.
Toda loba divina se menea
idéntica a Afrodita padecida
dentro del corazón.
La fiera es soliloquio, pensamiento,
burbuja de la espuma.
Es una mar abierta,
horizonte de estrellas.
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